'BATICANO' de Bad Bunny es una canción que combina temas provocativos con un tono reflexivo, mostrando el estilo de reggaetón característico del artista con un toque de introspección y comentario social. El título en sí, un juego de palabras con la palabra 'Vaticano' (Vaticano), insinúa la yuxtaposición de lo sagrado y lo profano que recorre toda la canción.
La letra comienza con una declaración audaz que reconoce la naturaleza potencialmente dañina de su música, al mismo tiempo que se absuelve de la responsabilidad por la existencia del sexo y la marihuana. Esto marca el tono de una canción que no rehuye discutir temas tabú, pero que tampoco pretende ser el origen de los mismos. El coro, con su llamado a las 'bellacas' (un término del argot puertorriqueño para designar a las mujeres sexualmente liberadas) y la mención de ir al Vaticano, es una rebelión metafórica contra las normas tradicionales y una aceptación del hedonismo. La narrativa de la canción oscila entre escenas de fiesta, encuentros sexuales y momentos de autoconocimiento, donde el artista contempla sus acciones y busca el perdón de sus pecados.
Bad Bunny también utiliza referencias culturales para afirmar su dominio en la industria musical y su identidad puertorriqueña. Se compara con Héctor Lavoe de la Fania y con el futbolista Toni Kroos, enfatizando su destreza e influencia. La última parte de la canción se vuelve más introspectiva, con Bad Bunny abordando la hipocresía de aquellos que juzgan a los demás mientras ellos mismos tienen comportamientos similares. Desafía la noción de que hay que ser piadoso para creer en Dios y critica a quienes juzgan en nombre de la religión. La canción cierra con una repetida súplica por el perdón divino, sugiriendo una relación compleja con la fe y la moralidad. 'BATICANO' es una canción que resume la capacidad de Bad Bunny para entretener y al mismo tiempo aborda temas más profundos de pecado, redención y normas sociales.