Los críticos, los fanáticos y la banda mismos están en general de acuerdo en que el de 1976 Hotel California Representa el pico de la ilustre carrera de los Eagles. Además del hecho obvio de que es solo una colección de canciones de primer nivel, una razón de su preeminencia en el catálogo de la banda es que mostró su versatilidad.
Hasta ese momento de su carrera, habría sido justo agrupar a la banda dentro del género del rock suave teñido de country. Los primeros éxitos como Take It Easy, Tequila Sunrise y lo mejor de mi amor ciertamente se ajustan a la factura. Pero la incorporación de Joe Walsh en la guitarra permitió que la banda extendiera sus alas, por así decirlo, en el Hotel California. El álbum encontró espacio para el ritmo de tempo medio de la canción principal, la crujiente rock de la víctima del amor y la vida en el carril rápido, y el barrido épico del último recurso.
Quizás la partida más izquierda de todos era la hora perdida, una canción donde los co-escritores Glenn Frey y Don Henley se atrevieron a mostrar su alma de ojos azules. Como Frey escribió en las notas del revestimiento lo mejor de los Eagles, me encantaron todos los registros que salieron de Filadelfia en ese momento. Envié una partitura para poder aprender algunas de esas canciones, y comencé a crear mis propias ideas musicales con esa influencia de Filadelfia. Don era nuestro Teddy Pendergrass. Podía ponerse de pie solo y solo llorar. Hicimos una gran producción de tipo Filadelfia con cuerdas, definitivamente no rock country. No vas a encontrar esa pista en un Crosby, Stills
La actuación de Henley abarca la emoción, desde notas bajas resignadas hasta los máximos angustiados, mientras trabaja para comunicarse con una niña que intenta hacer las paces con las expectativas incumplidas de su juventud y la comprensión de que las hojas de otoño la rodean repentinamente. Dios mío, no puedes creer/está sucediendo de nuevo, canta, sugiriendo que ella ha estado en este camino solitario con demasiada frecuencia antes. Henley y Frey Pepper las letras con pareados que equilibran la sabiduría de la costa oeste con la empatía sincera:
No te importa mucho el toque de un extraño/pero no puedes sostener a tu hombre o, a veces, para mantenerlo juntos/tienes que dejarlo solo. Durante toda la narración, el tiempo se avecina como el enemigo principal: nunca pensaste que estarías solo/tan lejos en la línea; Y las horas pasan como minutos; Y los años siguen corriendo.
La melodía se burla de la melancolía sin exagerarla, y Henley realmente lo destroza. En los momentos finales, con las cuerdas girando, encuentra, si no un final feliz, al menos una resolución para este dúo dañado: para que pueda continuar con su búsqueda, bebé/y yo puedo seguir con el mío/y tal vez algún día encontraremos/que realmente no fue hora de perder. Tal vez realmente lo cree, o tal vez simplemente no puede admitir la alternativa porque es demasiado doloroso de soportar.
Por todas partes Hotel California , Los Eagles mostraron que eran mucho más que un grupo de pony de un solo truco, todo mientras catalogaba lo que sucede cuando los soñadores de California se estrellan en la tierra. En el tiempo perdido, al menos le dieron a dos de esas almas perdidas un lugar suave y conmovedor para aterrizar.