La canción 'Devil Doesn't Bargain' de Alec Benjamin aborda el tema de la imposibilidad de cambio en personas que son esencialmente malas o dañinas. A través de la metáfora del diablo, que históricamente representa el mal y la tentación, el artista da un consejo romántico, explicando que algunas personas nunca cambiarán para mejor y que si la persona nunca cambia sus comportamientos dañinos, lo mejor es terminar la relación.
La letra sugiere una conversación en la que se le da un consejo a una amiga que parece estar en una relación romántica abusiva y espera que su novio cambie su actitud, pero el narrador compara a este hombre con el diablo. El narrador advierte que la pareja abusiva nunca cambiará, que no vale la pena el esfuerzo y que al final solo causará más dolor. La repetición del estribillo 'El diablo no negocia' refuerza la idea de que no hay lugar para el compromiso ni la esperanza de mejora cuando se trata de alguien intrínsecamente dañino.
Además, la letra deja claro que a pesar de los malos acontecimientos de su relación, la amiga aconsejada se niega a terminarla, por lo que el narrador se esfuerza en aclarar que estos comentarios los hace para protegerla y no para hacerle daño.
Alec Benjamin es conocido por sus letras introspectivas y narrativas que a menudo exploran temas emocionales y psicológicos complejos. En esta canción, utiliza un lenguaje simple pero significativo para expresar una verdad dura pero necesaria: que algunas batallas son inútiles y que es importante reconocer cuándo es el momento de rendirse y seguir adelante.