Ella usaba maquillaje a granel a diario.
Y vendió su piel a un alto precio.
De ocho a diez en una esquina
Ella era joven e infiel, era rosa y espina.
Y su nombre era No lo sé, nunca lo supe
Nunca le pregunté, nunca arreglé
Su tiempo en su piel fue un mocoso.
Y solo la miré de bien a bien
Y ella era un pajarito con alas blancas.
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedor de amor, ofrenda
Al mejor postor de su melodía.
Pasaron cinco inviernos y allí estaba ella.
A la misma hora que ayer, en la misma esquina.
Ella era joven y fiel y todavía tenía la rosa de su piel.
Y la espina se hizo más grande
Y ella sonrió mientras los espectadores pasaban
Bajo esa farola, noche tras noche
Veinte veces la tomaron prisionera
Y ella cantó su canción tras las rejas
Y ella era un pajarito con alas blancas.
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedor de amor, ofrenda
Al mejor postor de su melodía.
Su piel se arrugó
Y el maquillaje no fue suficiente para cubrir
La huella que dejó el sexto invierno
El color se acabó y hasta su aliento
Y de ocho a diez solo en la esquina
Esa farola quedó
Y esa espina selló la rosa, ¿a dónde fue?
Su nombre era no lo sé y ella sonrió.
Y ella era un pajarito con alas blancas.
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedor de amor, ofrenda
Al mejor postor de su melodía.