'Oh Klahoma' de Jack Stauber presenta un paisaje sonoro peculiar y enigmático que es característico de su estilo musical, que a menudo combina elementos del indie pop con sonidos lo-fi y experimentales. La letra de 'Oh Klahoma' parece ahondar en temas de vulnerabilidad emocional y el peso de cargar con las cargas emocionales de los demás.
Las primeras líneas, 'Haz que los fásers se pudran / ¿Qué te tiene angustiado?' sugieren una confrontación con la negatividad y el deterioro emocional. La frase 'fáseres que se pudren' podría ser una metáfora de poner la mentalidad en un modo destructivo, posiblemente como mecanismo de defensa contra la angustia. La canción continúa explorando la idea del equipaje emocional con el estribillo 'Lágrimas cayendo en la fiesta / El bebé más triste de la habitación'. Estas imágenes pintan una imagen de alguien abrumado por la tristeza incluso en un entorno típicamente asociado con la alegría y la celebración. La repetición de 'Miedos, cuéntame tus miedos, no me hagas empezar' implica una renuencia a abordar estos miedos profundamente arraigados, como si reconocerlos pudiera conducir a un colapso.
El estribillo, 'Me salen un poco de canas por cada susto que compartes', sugiere metafóricamente que el acto de absorber los miedos y preocupaciones de los demás envejece física y emocionalmente al narrador. Las líneas 'Esos no están hechos para doblarse' podrían interpretarse como un recordatorio de que existen límites en cuanto a lo que uno puede manejar antes de que se rompan. La naturaleza críptica y repetitiva de la canción, combinada con la distintiva entrega vocal de Stauber, crea una atmósfera de introspección y melancolía, invitando a los oyentes a reflexionar sobre su propia resiliencia emocional y el impacto de las emociones de los demás en su bienestar.