La canción 'Push Up' de Creeds es un track repetitivo e hipnótico que parece girar en torno al concepto de deseo y oferta. La letra es simple y directa, y el artista se posiciona como un 'traficante', un término que a menudo se asocia con un traficante de drogas, pero que en el contexto de la música puede adquirir un significado metafórico. Las 'cosas buenas' mencionadas repetidamente podrían interpretarse como una metáfora de la música o el arte del artista, sugiriendo que tiene algo único y deseable que ofrecer a su audiencia. La repetición de la frase 'Déjame ser tu empujador' enfatiza el afán del artista por proporcionar aquello que el oyente busca, ya sea entretenimiento, escape o una forma de realización emocional o psicológica.
La naturaleza hipnótica de la canción, con su letra repetitiva y probablemente el ritmo rítmico que la acompaña, puede verse como un reflejo de la cualidad adictiva de las 'cosas buenas' que se ofrecen. Crea un paralelo con cómo la música puede ser adictiva, con los oyentes buscando constantemente nuevas canciones y experiencias que les den emoción o subidón. El papel del artista como 'impulsor' es seguir satisfaciendo esta demanda, mantener a los oyentes enganchados a sus creaciones.
Culturalmente, la canción aborda temas de dependencia y la tendencia humana a buscar cosas que nos hagan sentir bien, ya sean sustancias, experiencias o arte. El artista, al llamarse a sí mismo un 'impulsor', reconoce su poder en esta dinámica, y la canción se convierte en una declaración audaz de su capacidad para influir y satisfacer los antojos de su audiencia.