El éxito de 1985 'Take On Me' de la banda noruega de synth-pop a-ha es un tema por excelencia de los años 80, que combina melodías pegadizas con ritmos electrónicos. La canción es conocida por su ritmo alegre y su icónico coro vocal agudo, pero una mirada más cercana a la letra revela una historia de búsqueda y la vulnerabilidad de expresar amor.
Las primeras líneas de la canción introducen una sensación de vacilación e incertidumbre. El protagonista intenta comunicarse con alguien que le atrae, pero le cuesta encontrar las palabras adecuadas. A pesar de esto, hay una determinación de expresar sus sentimientos ('Lo diré de todos modos') y una promesa de compromiso ('Iré por tu amor, ¿vale?'). El coro, con su reiterado alegato 'Take on me', puede interpretarse como una invitación a iniciar una relación y afrontar juntos los retos que conlleva. La frase 'Me iré en uno o dos días' añade una sensación de urgencia, sugiriendo que la oportunidad de conexión podría ser fugaz.
El segundo verso toca el tema del crecimiento personal y la aceptación ('Aprender lentamente que la vida está bien'). El protagonista parece estar aceptando sus propias imperfecciones ('Soy un desastre') y aprendiendo a navegar las incertidumbres de la vida. La frase 'No es mejor prevenir que lamentar' implica que tomar riesgos, especialmente cuando se trata de amor, es preferible a ir a lo seguro y potencialmente perderse algo grandioso. El puente de la canción refuerza la idea de que el protagonista está dispuesto a superar las reservas de su pareja ('Estás rehuyendo') y está decidido a hacer que la relación funcione. 'Take On Me' en última instancia captura la emoción y la aprensión de un romance en ciernes, ambientado en una contagiosa banda sonora de synth-pop que ha resistido la prueba del tiempo.