La canción 'Treehouse' de Alex G, con Emily Yacina, pinta un cuadro de un santuario personal donde el protagonista busca refugio del mundo exterior. La letra transmite una sensación de aislamiento y el deseo de un compañerismo selectivo. La línea repetida 'No entrar está escrita en la puerta' sugiere un límite establecido contra el mundo, enfatizando la necesidad de privacidad y tal vez un indicio de desafío contra la intrusión externa. La casa del árbol, símbolo por excelencia de la inocencia y el escapismo infantil, sirve como escenario para este espacio íntimo.
El protagonista invita solo a una persona a compartir este espacio, lo que indica un profundo nivel de confianza y comodidad con este individuo. La oferta de convertir al visitante en el 'suplente' de su 'capitán' es una forma lúdica de establecer un vínculo y asignar roles dentro de su mundo apartado. La frase 'Me alegro mucho de que pienses que soy tan divertido' revela una vulnerabilidad y un anhelo de validación por parte del visitante, lo que sugiere que su presencia aporta alegría y un sentido de valor al protagonista. La declaración 'No creo que vaya a dejarte ir nunca' puede interpretarse como una expresión del deseo del protagonista de aferrarse a esta conexión especial, temiendo la soledad que podría regresar si el visitante se marcha.
El estilo musical de Alex G a menudo incluye elementos indie de baja fidelidad que complementan la naturaleza introspectiva y personal de sus letras. 'Treehouse' no es una excepción, con su suave melodía y su sencillo arreglo crean una atmósfera que refleja los temas de soledad y preciado compañerismo de la canción. La canción resuena en cualquiera que alguna vez haya sentido la necesidad de retirarse del mundo y la alegría de encontrar a alguien que comprenda y respete su espacio personal.