¿Qué regalo de gracia es Jesús, mi redentor?
Ya no hay nada más que el cielo pueda dar.
Él es mi alegría, mi justicia y mi libertad.
Mi amor inquebrantable, mi paz profunda e ilimitada.
A esto me aferro, mi esperanza es sólo Jesús
Porque mi vida está totalmente ligada a la suya.
Oh, qué extraño y divino, puedo cantar: ¡Todo es mío!
Pero no yo, sino por Cristo en mí.
Las chicas nunca mueren letras
La noche es oscura pero no estoy abandonado
Porque a mi lado el Salvador permanecerá
Sigo trabajando en debilidad y regocijo
Porque en mi necesidad, su poder se muestra
A esto me aferro, mi Pastor me defenderá
A través del valle más profundo, Él guiará
Oh, la noche ha sido ganada y lo venceré.
Pero no yo, sino por Cristo en mí.
No hay destino al que temo, sé que estoy perdonado
El futuro seguro, el precio que se ha pagado.
Porque Jesús sangró y sufrió por mi perdón.
Y resucitó para derribar la tumba
A esto sostengo, mi pecado ha sido derrotado
Jesús ahora y siempre es mi súplica
Oh, se sueltan las cadenas, puedo cantar: ¡soy libre!
Pero no yo, sino por Cristo en mí.
Con cada respiro, anhelo seguir a Jesús.
Porque Él ha dicho que me llevará a casa.
Y día a día sé que Él me renovará.
Hasta que me presente con alegría ante el trono
A esto me aferro, mi esperanza es sólo Jesús
Toda la gloria para siempre para Él.
Cuando la carrera esté completa, aún mis labios repetirán
¡Pero no yo, sino por Cristo en mí!
A esto me aferro, mi esperanza es sólo Jesús
Toda la gloria para siempre para Él.
Cuando la carrera esté completa, aún mis labios repetirán
¡Pero no yo, sino por Cristo en mí!
Cuando la carrera esté completa, aún mis labios repetirán
¡Pero no yo, sino por Cristo en mí!
¡Pero no yo, sino por Cristo en mí!
¡Pero no yo, sino por Cristo en mí!